25 de abril de 2016

First day.

Noche del domingo 24, no sé si es peor no dormir, o el tener miedo a quedarse dormido el primer día.

Ya son las 06:30 del lunes 25 y estoy en pie. De fondo suena Mozart, la opertura de las Bodas de Fígaro a volumen muy bajito (todas mis compañeras están durmiendo).
Tengo toda la ropa y complementos preparados, el maquillaje seleccionado, la plancha del pelo a tope y un café solo bien cargadito para que acabe de darme un ataque.

Llego a las 07:55 al hostal y me decido a entrar, ahí, con un par de huevos. Y allí está esperándome el "jefe". "Hola nena ¿has desayunado? ponte un café y lo que quieras". Le contesto que sí (mentira) y me contesta "¡qué pena, otro día que me toca desayunar solo!".

Comenzamos con el trabajo, me explica qué es un "voucher", cómo se hacen los check-outs o salidas, que no hay muchas, pero que hay que saber hacerlas, eso y el check-in es lo más importante, además, me da las llaves de la primera planta, que me aprenda todas las habitaciones. Luego a las de la segunda. Y finalmente, a las de la tercera planta.

Primer check-out del día, una mujer que por lo visto, llevaba 3 o 4 días alojada, baja con unas cuantas maletas, el "jefe", con "to" su arte, le dice "ay que ver, llevas más bolsas que la Piquer". Me dice que la acompañe al parking y que le ayude a bajar las maletas, mientras a él, se le cae una de ellas diciendo algo por lo bajini.

Ya son las 09:00 y me ha enseñado prácticamente todo lo que voy a tener que hacer. Cómo se sirven los desayunos, cómo se pone el lavavajillas y él, entre explicación y explicación, sale a la calle a fumarse un piti y ha pegarle gritos a la gente que pasa.

Desde ese momento hasta las 10:00 el jefe desaparece, gritando "!ay, que el ayuntamiento ya ha abierto, esto es una locura, me voy, ahora vengo".
Imagina mi cara.

Tranquilidad. Al final no ha pasado nada raro.

Conozco a las dos camareras de pisos (hay 28 habitaciones y se las reparten entre ellas TODAS).
Se quejan del "jefe": "este tío, se piensa que somos Hulk, y además, madre mía... hay cada cliente de guarro... yo he visto de 'to' nena, no te queda a ti aún por ver, mira, mira, esto es el parte de limpieza, ¿tú te crees que aquí se entiende algo? aquí no se entiende na', por eso toco siempre antes de entrar no sea que entre y esté ocupada".

Han pasado varias personalidades por el hostal, digo personalidades porque entre lo que hay dentro, y lo que hay fuera, se escuchan grandes frases célebres cómo: "¡qué bien te veo, que guapa estás!, ¿es que te has echado novio? ¿pero tiene jurdeles o no?, ¡ay que ver lo que te gustan los fideos!", "¡qué fulano eres!".

El "jefe" a las 13:15 me dice que ya me puedo ir a casa, que allí ya hay poco que hacer, que ha sido un día tranquilito, y mañana... "¡a seguir la marcha mora!", añade.

Para finalizar el día, le agradezco que me deje marcharme a casa antes y le pido que me firme la hoja del día, pero él, decide que me las va a firmar todas, así no se le acumula más trabajo.
Justo saliendo, entra una vendedora de la ONCE, y el "jefe" exclama "ay que ver, nunca me toca na' por tu culpa, estás maldecía' como las mulas".
Y pongo rumbo a casa con una sonrisa, contenta de haber aprendido algo y sobretodo, de ver que el "jefe", realmente es una máquina.

Mañana comienza un nuevo día, 26 de Abril.
Día de mi cumpleaños queridos lectores, y os aseguro que como mínimo, pido que sea como el lunes.

¡Primer día superado!

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